¿Por qué los gatos eran venerados como dioses en la antigüedad?

Orígenes del gato.

Los gatos como salvadores.

Adoración por los gatos en Egipto.

La adoración por los gatos en la cultura egipcia era tal, que estos felinos se convirtieron en símbolos de protección y fertilidad, siendo representados como divinidades religiosas. Según la mitología egipcia, el gato descendía del león y este, a su vez, del dios más importante de la cultura egipcia, Ra.

Los gatos desempeñaban un papel crucial en la vida cotidiana de los egipcios, ya que eran vistos como protectores de las cosechas y los almacenamientos de alimentos, gracias a su habilidad para cazar y eliminar a las alimañas, como roedores e insectos. Si un gato fallecía en una familia, se momificaba y se guardaba un período de luto de 50 días, durante el cual todos los miembros de la familia se afeitaban las cejas y la cabeza en señal de respeto.

Además, los egipcios adoraban a los gatos como la reencarnación de la diosa Bastet, la deidad de la protección y la fertilidad. Existían festividades en honor a esta diosa, con bebidas, bailes y música, y se les ofrecían ofrendas y sacrificios en su honor. El respeto por los gatos en la cultura egipcia era tan grande que se castigaba con la pena de muerte a quienes se atrevían a hacerles daño. Incluso los soldados de otros ejércitos evitaban herir a los gatos egipcios por temor a las represalias que podían sufrir.

Cuando los persas tomaron el control de Egipto, no adoraban a los gatos como lo hacían los egipcios, pero les mostraban respeto y no permitían que fueran maltratados. A pesar de esto, la adoración hacia estos felinos se reestableció después de que Alejandro Magno liberara a Egipto del dominio persa. Es importante destacar que Alejandro Magno tenía una política de respeto hacia las creencias de otros pueblos y culturas, lo que le permitió ganar la lealtad de muchos territorios que conquistó durante su reinado. En el caso de Egipto, la restauración de la adoración a los gatos como divinidades religiosas fue vista como un gesto de generosidad y respeto por parte de Alejandro hacia la cultura egipcia y su tradición de venerar a estos animales.

Adoración por los gatos en Asia.

La relación comercial entre los reinos de Asia y los griegos que gobernaron Egipto por siglos permitió que los gatos africanos salvajes se convirtieran en una mercancía altamente valorada en el continente asiático. En Asia estaban fascinados por estos animales místicos y los intercambiaban por sedas y otros productos de gran valor.

La llegada de los gatos africanos a Asia fue un acontecimiento muy importante en la historia del continente. Los asiáticos comenzaron a adorar a los gatos de la misma manera que los egipcios, viéndolos como símbolos de buena suerte, protección y fertilidad. Los gatos también eran apreciados por su capacidad para cazar ratones e insectos, lo que los hacía valiosos en los hogares y los graneros.

Llegada de los gatos a China.

La adoración por los gatos también llegó a China. A pesar de estar tan lejos de su lugar de origen y en otra cultura, el gato seguía siendo un ser sagrado para los chinos.

Llegada a Japón.

La llegada del primer gato a Japón en el año 999 se convirtió en un hito importante en la historia del país. Se dice que el emperador Ichijō Tennō recibió un gato por regalo en su aniversario, lo que desencadenó una creciente fascinación por estos felinos en la sociedad japonesa. Con el tiempo, los gatos se convirtieron en un símbolo de buena suerte y prosperidad, y fueron venerados en muchos hogares y templos japoneses.

En el siglo XVIII, la adoración por los gatos había alcanzado su punto máximo en Japón, lo que llevó a la creación de leyes para protegerlos. La venta, encarcelamiento y maltrato de gatos fueron considerados delitos graves y punibles por la ley. Esta protección legal se extendió a la vida silvestre de los gatos, lo que llevó a la creación de santuarios de gatos en todo el país.

Los gatos también desempeñaron un papel importante en la cultura y la literatura japonesa. Fueron representados en el arte, la música y la literatura, y se convirtieron en personajes populares en historias folclóricas y cuentos populares. De hecho, en una de las historias más famosas de la literatura japonesa, «El gato de los ojos de oro», un gato desempeña un papel principal en la trama.

La figura del «maneki-neko», un gato que agita la pata para llamar la atención y atraer la buena fortuna, es tambien un ejemplo de la veneración de los gatos en la cultura japonesa.

¿Por qué los gatos fueron asociados a la brujeria en Europa?  

Europa fue la excepción en todo el mundo y esto fue debido a las supersticiones e ignorancia de la iglesia católica que relacionaba al gato con una figura diabólica, haciendo creer a sus adeptos que los gatos eran seres que representaba criaturas infernales, exponiendo que sus ojos brillaban en la oscuridad. En realidad los gatos eran adorados en los países escandinavos, los católicos perseguían a las religiones que consideraban “paganas” y hacían ver que todos los cultos y tradiciones que realizaban estos eran obra del maligno.

Como consecuencia de tales afirmaciones, los gatos fueron asociados a la práctica de brujería y todo lo relacionado con el ocultismo. Por consiguiente, los gatos fueron perseguidos, torturados y asesinados sin ningún otro motivo que la de supersticiones sin sentido.

Durante el periodo de la Inquisición, el papa Inocencio VII, ordenó la ejecución de todo gato que se cruzara en el camino de un cristiano durante las fiestas. Esto marcó una época oscura donde los gatos incluso eran hervidos vivos en agua o quemados en la hoguera, como las demás víctimas de la inquisición.

Perseguidos y asesinados.

Fueron asesinados indiscriminadamente por todas las monarquías europeas. Incluso en la Noche de San Juan, se reunían a los criminales y se creaba una gran hoguera en las plazas de las ciudades donde los hacían arder. Esta tradición cruel terminó cuando el Rey Luis XIV, conocido como el Rey Sol, prohibiera la quema de gatos en Francia, él era un admirador de estos animalitos y consiguió eliminar esta práctica sanguinaria.

Esto tuvo unas consecuencias catastróficas para la humanidad. Después de estas persecuciones la cantidad de gatos en Europa era ínfima, se sospecha que llegando casi a la extinción en este continente. Pero los Europeos del siglo xxx no contaban que el gato, desde que fue domesticado por los egipcios tan sabiamente, cumplía una función primordial para las ciudades, la erradicación de los roedores.

Las ratas proliferaron de manera exponencial en las ciudades y consigo traían la pulga, el principal transmisor de la peste negra.

La peste negra y los gatos.

Fue este el motivo de que murieran 50 millones de personas en la gran pandemia mundial, Las ratas transmitían la peste bubónica, y los gatos no podían equilibrar el ecosistema. Sin duda, la ausencia de gatos fue una de las causas de la expansión del virus a esos niveles.

La llegada de los gatos a América. 

Mucho tiempo después del «descubrimiento» de América por parte de Colón, se abrieron nuevas rutas comerciales y muchos exploradores se dieron a la tarea de descubrir nuevas tierras, en los barcos donde se transportaba la tripulación estaban los felinos como uno más de ellos, una vez más el gato cumplió con su trabajo, eliminar a los roedores portadores de enfermedades contagiosas, oficialmente se cree que fue de esta manera que se introdujo el gato en América.

Grabados Precolombinos

El problema de esta teoría es que existen evidencias de que el gato Salvaje Africano ya había sido introducido en América antes de la llegada de Colón y es que se han hallado grabados precolombino donde estaba tallada la figura de gatos sin pelo en las paredes de templos Mexicano, por este motivo se sigue investigando desde donde fue trasportado, aún quedan muchos misterios que resolver sobre su origen.

Adoración por los gatos en la actualidad.

Como habéis visto en este resumen, el gato en la antigüedad fue amado, adorado y venerado por nuestros ancestros, pero también hubo periodos muy oscuros donde fue temido, perseguido y asesinado por la religión católica.

Pero de lo que estamos seguros es que incluso en nuestra época los gatos siguen siendo seres especiales, que seguimos adorando fervientemente.